Tatuaje como arte
Se sabe que en aquella época algunas poblaciones usaban los tatuajes como modo de imponerse y ocasionar miedo, sin embargo, en el transcurso de la historia ha ido cambiado la manera en la que se ven y se realizan los tatuajes.
En las últimas décadas se ha convertido en una práctica bastante común, lo que ha ocasionado que la sociedad vea y entienda distinto las características de los tatuajes, además esta actividad ha ido ganando su profesionalización.
Ante el auge que ha ido ganando con el paso de los años, existe un debate en torno a si esta actividad debe ser considerada arte.
El arte nace de la necesidad de expresar algo, y puede llevar a generar sentimientos en los espectadores que lo miran, que lo oyen y que lo presencian. Sin embargo, con el paso de los años definir lo qué es el arte y cuáles son los límites de lo artístico se ha convertido en una tarea complicada, es por ello que existen defensores y detractores de la idea del tatuaje visto como un concepto artístico.
Actualmente es común ver como personas provenientes de los campos de las artes plásticas y visuales han tomado el camino de tatuadores porque encuentran en esta actividad un modo de expresión artística, para ellos el cuerpo es como el lienzo, con una gran dificultad añadida, pues una vez que trazas una línea no puede ser eliminada.
Hay personas que no lo consideran arte porque en ocasiones las realizaciones resultan ser simples copias o reproducciones de diseños masivos y genéricos, sin tener la marca personal del artista o de algún otro creador.
Partiendo de esta característica, ¿en qué momento los tatuajes se convierten en arte?
Existen personas que consideran que si un diseño es personal y la obra que realizó es única, entonces se puede comenzar a hablar de arte; otra de las características artísticas sería que el tatuaje signifique algo para el creador del diseño, ya sea el tatuador o el portador de la obra.
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